Agathia 1 en castellano
Deathripper en castellano
Reaper en castellano
Slayer en castellano
Anteriormente vista como prisionera y oráculo, la bruja de la desgracia Agathia es una de las armas más inusuales del arsenal de Cryx. En vida era valorada por sus conocimientos sobre lo oculto, y las circunstancias trágicas de su muerte solo incrementaron su valía para los señores oscuros del Imperio pesadilla. Aunque actualmente es más un peón que una reina, Agathia ha empezado a reafirmar su voluntad y puede ser que todavía encuentre una forma de elegir su propio destino.
Durante décadas, Agathia residió en la solitaria atalaya del Garfio del infierno, que vigila la baldía costa del sur de Cryx. Su peculiar encarcelamiento allí fue el resultado de haber traicionado a su antiguo maestro, el lord liche Daeamortus, en su tenaz búsqueda de conocimientos ocultos. Al juzgar que era demasiado valiosa para ser asesinada en el acto, el Lord liche lanzó su alma a las profundidades del vacío para que errase interminablemente entre mundos. Una hueste de esclavos atendía a su forma viva aunque inmóvil y, en esas raras ocasiones en la que los cryxianos iban a su torre buscando consejo sobre materias de otros mundos, su consciencia volvía brevemente para decir retazos de verdades veladas por acertijos. Después de que Daeamortus fuese destruido y reemplazado, Agathia fue olvidada y su torre, abandonada. Los esclavos que la atendían pronto se derrumbaron y su cuerpo murió no mucho más tarde.
Mientras buscaban útiles que rescatar, los sirvientes del lord liche Tenebrous encontraron el cuerpo de Agathia en la cámara interior de la torre. Tenebrous en persona se interesó por su condición. Sondeando las profundidades del vacío encontró y recuperó su alma, descubriendo que mente estaba sorprendentemente intacta a pesar del tiempo que llevaba en ese paraje infernal. Como el mayor experto en tales materias, el Lord liche reunió el alma de Agathia con su carne no viva, creando una desgracia particularmente poderosa. Volvió como una sombra de muerte, reteniendo mucho de lo aprendido durante su tiempo en el vacío. Su mente había sido fracturada y remodelada, y ahora Agathia se movía por el mundo como una sonámbula que solo se despertaba completamente en mitad de las batallas. Sigue conectada a su pasado solo mediante vagos recuerdos que le resultan difíciles de interpretar.
Tenebrous considera a Agathia una herramienta inestimable, dada su inusual perspectiva del mundo y la forma en la que su transfigurada mente interpreta los misterios arcanos. Codicia los secretos enterrados dentro de sus recuerdos. Atada al servicio del Lord liche, Agathia le sirve saqueando tumbas y suelos sagrados en busca de conocimientos perdidos y ancestrales, llevándole tesoros que añadir a su vasto depósito. Sin que lo sepa Tenebrous, los recuerdos de Agathia han empezado a volver y se ha tomado un interés secreto en desenterrar los misterios de su pasado. La confianza del Lord liche le han permitido actuar con una supervisión mínima, un hecho que ha explotado para extender el alcance de sus misiones y visitar lugares de su elección. En más de una ocasión ha convencido a su amo para que la mandara en expediciones más beneficiosas para su investigación que para él.
Aunque Agathia sigue siendo una poderosa oráculo, su sentido del tiempo se ha fracturado y no siempre le es posible a la bruja de la desgracia decir si las visiones que se le revelan son representativas del futuro o remanentes de su pasado olvidado. Es acosada por visiones que la pueden causar accesos de rabia o llevarla a sentir una desesperación que hace trizas su conducta estoica. Agathia ha tenido cuidado de ocultar estos brotes a su amo. Tenebrous aún no sabe de sus intereses personales ni del incremento de su autonomía. A medida que vuelven fragmentos de su memoria, la silenciosa desobediencia de Agathia aumenta y, aunque continúa dando a su amo las valiosas reliquias que obtiene, no es incapaz de examinarlas ella misma antes, buscando piezas de una llave que desbloquee su mente.
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