Antes de la invasión, Riversmet era una pequeña ciudad situada en un valle de las montañas llaelesas, una comunidad rodeada por las aguas que le dan su nombre. Su riqueza se debía a que era allí donde el Camino Rangercliffe se juntaba con el gran Río Negro, el cual venía crecido desde el este gracias al afluente Oldwick. El Río Negro se origina en el Lago Armsdeep, el mar interior situado en el centro de Rhul, y durante mucho tiempo ha sido usado como principal arteria comercial entre la nación enana y sus socios del sur. La población de Riversmet incluía una comunidad notable de nativos de Rhul, tanto enanos como ogruns.
El Río Negro fluye a través de la capital llaelesa y de dos ciudades cygnarianas, incluyendo su capital, a la vez que conecta con el Río Lengua de Dragón que conduce a las ciudades de Ord. Mediante estos canales todos los Reinos de Hierro (salvo Khador) están conectados entre sí y, a su vez, con Rhul. Y todas las mercancías que pasaban por Riversmet estaban sujetas al cobro de impuestos (un gran beneficio para la economía llaelesa), aunque estos ingresos estaban monopolizados por sus nobles egoístas.
Hay pocos lugares en Llael por los que sea seguro vadear el poderoso Río Negro, y la mayoría de ellos son peligrosos en ciertas épocas del año. Los únicos cruces totalmente seguros para los ejércitos grandes con siervos de guerra están en Merywyn y en Riversmet, lo que hizo que los puentes de estas ciudades fuesen vitales desde un punto de vista estratégico. Su toma al principio de la guerra era un aspecto clave del plan de invasión de Irusk. El control de Riversmet permitiría atacar el este de Llael y, más importante aún, posibilitaría rodear y asediar Merywyn. Atacar a esta ciudad también provocaría a Rhul; un riesgo calculado por el Alto mando. Dedujeron que la nación montañosa sería reacia a actuar por no querer involucrarse en las guerras de los humanos. Inmediatamente después de lanzar la invasión se mandaron diplomáticos khadoranos a Ghord para tranquilizar a los Moots y preservar el comercio entre Khador y Rhul.
La Primera batalla del Riversmet tuvo lugar el 16 de glaceus, pocas semanas después de la caída de la frontera oriental de Llael. Aunque estaban prevenidos, los defensores llaeleses y cygnarianos de Riversmet eran insuficientes para rechazar al abrumador ejército invasor. La victoria de Khador fue rápida y provocó daños colaterales limitados, aunque hubo cientos de muertes de civiles y varios edificios fueron destruidos.
Los khadoranos usaron una estrategia de ataques rápidos y re-despliegues, de forma que la mayoría de estas fuerzas pudiesen avanzar después sobre otros objetivos. Se dejó una pequeña guarnición para proteger la ciudad y sus puentes. Las fuerzas de ocupación no intentaron pacificar a la población sino que confiaron en que el miedo a las represalias prevendría cualquier alzamiento organizado. Los komandantes khadoranos no esperaban que los cygnarianos estuviesen en posición de poder amenazar su dominio sobre la ciudad una vez empezasen el Asedio de Merywyn.
Pero no tuvieron en cuenta las tácticas poco convencionales de ciertos líderes militares cygnarianos, como el general explorador Bolden Rebald y su arma preferida. El teniente Allister Caine fue enviado el norte junto con una pequeña y rápida fuerza de élite que incluía algunos de los miembros más peligrosos de la Orden militante de la tempestad arcana. Esta fuerza estaba en abrumadora inferioridad numérica pero pronto demostró de lo que eran capaces los magos pistoleros de Cygnar. Su objetivo era tomar los puentes y cortar las líneas de suministros khadoranas, con la esperanza de facilitar los intentos de romper el asedio a la capital de Llael.
Los revólveres Spellstorm de Caine son un ejemplo especialmente bueno de pistolas arcanas, al ser tanto un par de obras de arte como unas armas letales |
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