martes, 10 de julio de 2018

CARTAS DE STRYKER EN CASTELLANO

Stryker 1
Stryker 2
Stryker 3

Viejo Pendenciero 1

Infantería de Hojas de Tormenta
Oficial y Estandarte de la Infantería de las Hojas de la Tormenta
Artillero de Tormenta de la Infantería de Hojas de Tormenta


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COMANDANTE COLEMAN STRYKER

Coleman Stryker solo tenía 19 años cuando el rey Leto se hizo con el trono en el 594 AR. Estuvo luchando en la revuelta del palacio durante el Golpe de estado del León y, aunque empezase ese día siendo uno de los partidarios de Vinter, acabó siendo fundamental en el éxito de Leto, cambiando para siempre el curso de la historia así como su propio destino.

Stryker era un joven impulsivo nacido con habilidades mágicas que lo único que quería era convertirse en un héroe célebre. Dominó el arte de la hechicería marcial y perfeccionó su habilidad natural para controlar siervos de guerra cygnarianos bajo la tutela directa del Hechicero de guerra Senior y Comandante Adepto Sebastian Nemo. Estas máquinas le obedecían con una precisión imposible y, al contrario que los demás hechiceros de guerra novatos, Stryker nunca dio muestras de ninguna de las dudas o inseguridades habituales en ellos. Pronto demostró este talento (y de manera notable) al ser capaz de domar y controlar a un Ironclad especialmente irascible, un siervo de guerra veterano de mil batallas apodado "Viejo Pendenciero" que, a día de hoy, continúa luchando a su lado.

No sin orgullo, Stryker aceptó el pronunciamiento de su mentor sobre que estaba listo para convertirse en un hechicero de guerra de pleno derecho. Había conseguido mucho en poco tiempo, y más aún tras haber sido iniciado en la vida militar por un benefactor sin escrúpulos que había empezado poniendo al ingenuo joven delante de una senda oscura. Si las cosas hubiesen salido de otra manera durante el Golpe de estado del León, seguramente Coleman Stryker sería un hombre distinto. Pero su curso se enderezó bajo la guía (a menudo dura) de Nemo y empezó a perseguir fielmente su destino como campeón de Cygnar, incluso antes de recibir su primer encargo.

No contento con esperar de brazos cruzados la llamada de la batalla, Stryker se dedicó a realizar patrullas de prevención a lo largo de las regiones fronterizas, pasando algún tiempo en cada uno de los puestos importantes donde enemigos hostiles amenazaban suelo cygnariano. Ha matado a muchos soldados enemigos, ha visto a amigos cercanos sufrir muertes horribles y, a veces, sus caras se le aparecen en sus pensamientos. Aún así, sabe que el sacrificio es necesario para preservar la nación que ama.

Su dedicación a la defensa de Cygnar le permitió ascender de rango rápidamente hasta el codiciado puesto de comandante, una distinción que ha logrado a una edad extraordinariamente corta. Aunque el comandante Stryker se ve a sí mismo como un soldado como cualquier otro que lucha por la corona, el mismísimo rey Leto estuvo presente en su ceremonia de promoción, ratificando públicamente a este hechicero de guerra como el mejor líder joven de los campos de batalla de toda la nación.

La edad de Coleman, comparada con la de los veteranos generales que dirigen el ejército del rey, puede hacer que alguien crea equivocadamente que no se ha ganado su rango, pero su experiencia en los campos de batalla han hecho de él alguien mucho más sabio de lo que indica su juventud. Ha llegado muy lejos para preservar las vidas de sus hombres.

Como buen líder, mejor soldado y uno de los hechiceros de guerra más exitosos de los Reinos de Hierro, Coleman Stryker nació para ser un héroe de Cygnar y espera morir defendiendo a su querida nación.

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LORD COMANDANTE STRYKER

Si el rey Leto ha depositado alguna vez toda su fe en un solo hombre, este sería Coleman Stryker. Pocos han sido puestos a prueba tantas veces como Stryker, ya sea en la batalla o en su carácter. El hechicero de guerra ha demostrado en docenas de combates que su valor y su lealtad hacia la corona cygnariana son de fiar, pero las matanzas que ha presenciado durante la invasión de Llael han barrido sus ideales de juventud. El soldado piadoso se ha convertido en un hombre que tiende a ser inmisericorde, y muchos cygnaritas han cuestionado sus acciones en el conflicto subsiguiente.

Tras recibir carta blanca para hacer la guerra contra los enemigos de la corona según su criterio, lord Stryker montó una fuerza elegida a dedo con los mejores del Ejército cygnariano y creó su "División Tormenta" para reemplazar a la 6ª División del Segundo ejército. Luego, ordenó arrestar a todos los menitas (hombres, mujeres y niños) que había en el este de Cygnar. Stryker llegó incluso a perdonar a los antiguos inquisidores del rey Vinter Raelthorne IV y los empleó para interrogar los menitas que había entre la población cygnariana. Estos civiles fueron transportados en lanchas de guerra hasta la isla Petrasangre, una prisión que estaba reservada para los peores criminales de Cygnar.

El comandante Stryker combatió a los sul-menitas con un odio amargo que habría sido inimaginable en el joven de unos pocos años atrás. Bajo sus órdenes, el mayor Brisbane abrió brecha en las murallas de Sul y la bandera de Cygnar llegó casi hasta el Gran templo del Creador. Stryker pasó todo un duro año luchando en las calles de Sul, trabado en un conflicto continuo hasta el punto de casi llegar a olvidar todo recuerdo de paz.

Durante un choque brutal contra Feora, la protectora de la Llama, la enemiga de Stryker incendió el templo donde luchaban en un intento desesperado de salvar su vida. Stryker tuvo que elegir entre perseguir a Feora o salvar a los menitas inocentes que le rodeaban. Esta elección le ofrecía la última oportunidad de redimirse. Tras asegurarse de que los menitas estaban a salvo, el edificio en llamas se le cayó encima y casi acabó con su vida.

Mientras se recuperaba, Stryker estuvo inconsciente semanas. Cuando logró volver a caminar el curso de la guerra había cambiado. Las fuerzas cygnarianas habían sido expulsadas de Sul y los menitas, envalentonados, asaltaban las calles de Caspia. Con la ayuda del jerarca Garrick Voyle, líder supremo del Protectorado de Menoth, los cruzados menitas se convirtieron en una fuerza casi imparable que amenazaba con destruir todo lo que se interpusiera en su camino. Stryker tomó sus armas y se unió a los defensores, esperando suponer otro obstáculo en el camino de un enemigo aparentemente invencible.

Al principio, Stryker intentó terminar con la batalla de forma pacífica, llegando a liberar a los menitas a los que había encarcelado, pero Voyle seguía decidido y tan obcecado en la conquista que estaba dispuesto a arriesgar las vidas de sus civiles desarmados. Stryker cruzó espadas con el jerarca para proteger a aquellos a los que arrestó por traición. El resultado de este duelo titánico sorprendió a todos los que lo vieron, incluyendo al Lord Comandante, ya que el reinado del jerarca Voyle terminó a manos de Stryker. Algunos se han tomado esto como una señal de providencia divina.

Tras esta experiencia, Stryker se convirtió en un hombre nuevo. Seguía dispuesto a ser despiadado para obtener la victoria pero aprendió a equilibrar estos impulsos violentos con la necesidad de proteger a los inocentes. A partir de este momento sus batallas estuvieron condicionadas por el conocimiento de que la supervivencia de su nación no depende únicamente de su fuerza, sino también de su control. Sus acciones se han convertido en leyendas: aquellos que se le enfrentan en batalla descubren lo que es el auténtico miedo, ya que es el hombre que derrocó al sumo sacerdote del Creador y emergió siendo más fuerte.

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LORD GENERAL COLEMAN STRYKER

Durante mucho tiempo, Coleman Stryker ha asumido grandes responsabilidades por el bien de su querida nación y de su rey. Aunque estaba dedicado a sus obligaciones con lo que parecían ser unas reservas de energía casi infinitas, los eventos recientes han conllevado ciertos problemas que han puesto a prueba su mismísima alma. De hecho, muchos daban a Stryker por perdido durante la campaña de Sul, tanto en espíritu como en cuerpo, pero sintieron un gran alivio al ver al Lord Comandante alzarse de las proverbiales cenizas con su cuerpo roto pero sus creencias en los nobles ideales de Cygnar renovadas.

Desde ese día Stryker ha estado en el centro de todos los grandes conflictos cygnarianos, con el encargo de su rey de mantener a la División Tormenta lista para cualquier batalla en la que la experiencia de sus soldados veteranos pudiese resultar útil. Creada como un aparte a los ejércitos principales de Cygnar y para servir como apoyo para estos, esta fuerza se convirtió rápidamente en uno de los recursos ofensivos más poderosos de la nación. Stryker lideró a su división hacia el norte para liberar Point Bourne de la invasión cryxiana y luego, para luchar junto al Ejército khadorano que se enfrentaba al Imperio Pesadilla en lo más profundo del Thornwood. Tras todo esto, Stryker siempre ha sido un bastión de coraje para el Ejército cygnariano.

La promoción de Stryker a Lord General a finales del 608 AR envió un claro mensaje a los generales del rey. Las libertades otorgadas al Lord Comandante habían levantado algunas voces de preocupación entre el Consejo de guerra respecto al impacto de su rango especial sobre la cadena de mando de Cygnar. El rey Leto respondió demostrando tener la mayor de las confianzas en este hechicero de guerra y su juicio. El convertirse en Lord General reforzó la posición de Stryker entre los preeminentes comandantes de la nación. Poco después de esta promoción, Stryker se vio en el centro de una racha de victorias impresionantes, incluyendo el exitoso segundo asalto contra Cryx en el Thornwood y un ataque temerario en el cual derrotó al lord liche Terminus. Esta batalla también permitió que Cygnar le arrebatara a Cryx un premio más valioso que cualquier territorio o riqueza: un athanc de dragón, el cual evitaron que cayera en las garras de lord Toruk.

Cuando Khador traicionó su alianza con Cygnar y Vinter Raelthorne IV reagrupó a sus desleales partidarios para intentar recuperar su trono, el lord general Stryker protegió al rey Leto y se aseguró de que pudiese llegar hasta Fharin, donde tendría lugar la batalla final de la Segunda guerra civil cygnariana. Stryker aguantó en el centro de esta tormenta junto con su señor, enfrentándose al tirano que ambos ayudaron a deponer en el Golpe de estado del León.

Los últimos años han sido difíciles para Coleman Stryker, ya que ha tenido que aceptar el nuevo liderazgo de Cygnar, dirigido por un rey cuya cara le recuerda a un odiado villano. Ahora más que nunca, el Ejército cygnariano necesita su experiencia, coraje y convicciones. Es la mayor esperanza de su nuevo rey y de su dañada nación en estos tiempos complicados.

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VIEJO PENDENCIERO

La imagen del lord comandante Stryker luchando codo con codo con el siervo llamado cariñosamente Viejo Pendenciero está grabada de forma indeleble en las mentes de aquellos que luchan bajo el estandarte del Cisne. Los golpes atronadores del martillo del siervo de guerra en contrapunto a los destellos de la pesada espada del hechicero de guerra se han convertido en un espectáculo familiar para los hombres y mujeres de la División Tormenta. Aunque a primera vista Viejo Pendenciero puede parecer igual que cualquier otro Ironclad, sus ojos arden con un ansia inusual por cargar al corazón de la batalla y reducir a chatarra a todo lo que se le interponga. Tiene tanto de siervo de guerra sencillo como Coleman Stryker tiene de soldado sencillo.

Proveniente de la primera generación de Ironclads montados en Motores Este, Viejo Pendenciero lleva más de cinco décadas de servicio en su haber. Muchos de los siervos de guerra producidos en aquel entonces tenían una falla desafortunada en sus córtex que aparecía solo bajo la presión de la batalla, pero el temperamento irascible que caracterizaría a Viejo Pendenciero solo brotó tras años de luchar en las Invasiones Scharde: el siervo tiene tantas ganas de pelea que se lanzará contra cualquier enemigo que se atreva a acercársele.

De todas las excentricidades que puede desarrollar un siervo de guerra, el hábito de cargar hacia la batalla sin ser incitado está entre las menos deseables. Generalmente, los siervos a los que se les encuentra una falla de esta naturaleza se les borra el córtex por completo, pero la hoja de servicio de Viejo Pendenciero dio a los mecánicos suficientes razones para dejar su córtex intacto. Pocos siervos sobrevivieron a la guerra y todos ellos se jactaban de poseer una experiencia de combate valiosa que era imposible de replicar.

Con el tiempo, Viejo Pendenciero fue retirado de los campos de batalla para servir en el entrenamiento de los hechiceros de guerra jóvenes de la Academia estratégica de Point Bourne. El siervo de guerra estuvo varios años en este complejo hasta que fue asignado como prueba de habilidad al teniente de 20 años Coleman Stryker en su gira de prácticas. Los instructores de Stryker pensaron que el desafío de controlar a Pendenciero le enseñaría a ser humilde. En vez de eso, al hechicero de guerra en prácticas le encantó el espíritu y las ganas de luchar de la máquina.

A medida que pasan los años, Viejo Pendenciero se distingue cada más de sus iguales. Su chasis ha sido demolido y reconstruido varias veces pero su córtex siempre ha resistido. Stryker ha invertido una gran parte de sus ingresos en el siervo de guerra para potenciar sus habilidades y mantenerlo en condiciones óptimas para luchar. Bajo su dirección, los mecánikos han trabajado para exprimir cada gota posible de desempeño de sus sistemas. Unas grandes placas blindadas personalizadas proporcionan protección adicional a sus brazos y su motor a vapor ha sido expandido y aumentado para poder manejar este peso añadido sin tener que sacrificar movilidad. Su casco porta una colección de distinciones ganadas en incontables batallas durante los últimos cincuenta y pico años, y Stryker ha perdido la cuenta de todas las veces que Viejo Pendenciero le ha salvado la vida, ya fuese lanzándose delante del peligro o, sencillamente, negándose a dejar de luchar sin importar cuanto daño haya recibido.

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