jueves, 16 de agosto de 2018

EL FUEGO Y LA FORJA, PT. 22: PLANTANDO SEMILLAS OSCURAS

Durante siglos, los lords liches de Cryx fueron poco más que rumores para los habitantes de tierra firme. Figuras distantes y misteriosas que gobernaban presuntamente el Imperio pesadilla y que poseían poderes terroríficos, aunque nunca nadie se les había encontrado cara a cara. Lo más parecido a estos seres eran los liches de hierro que merodeaban por las fronteras de los Reinos de Hierro. Asphyxious era uno de los agentes más preeminentes de Cryx en los reinos mortales, un ser tan antiguo como los lords liches, uno que se veía a sí mismo como su igual incluso antes de tomar posesión de uno de sus títulos.

La naturaleza exacta de las acciones de Asphyxious durante la Guerra llaelesa es difícil de determinar, aunque parece que jugó un papel importante asegurando los horripilantes bienes sacados de los restos de sus sangrientas batallas. Durante mucho tiempo esta había sido la forma de hacer las cosas de Cryx: alimentarse parasítariamente de las consecuencias de las matanzas reuniendo cadáveres para convertirlos en esclavos. Aunque este comportamiento era típico, la actividad cryxiana en las zonas lejanas de la costa estaba en auge durante este conflicto, tanto que alarmó a muchos oficiales militares de todos los reinos involucrados.

El tamaño y la composición de estos elementos cryxianos sugería la mano de un ejército activo, uno apoyado por siervos infernales, siervos óseos, espectros pistoleros y ruinas malevolentes, dando a entender que esta fuerza no había sido montada apresuradamente a partir de muertos recientes. No sería hasta varios meses después, en el 10 de goloven, que el General explorador cygnariano Bolden Rebald entregó el informe Hurstwallen a la corona. Este documento resumía su descubrimiento de que las Invasiones Scharde de veinte años antes fueron orquestadas para encubrir los desembarcos y los movimientos cryxianos. Activos del ejército cryxiano se movieron hacia el interior con la ayuda de los agentes y los colaboradores involuntarios de los Cinco dedos, los cuales les facilitaron el acceso al río Lengua de dragón.

Incluso con este informe, los espías de los reinos de tierra firme no fueron capaces de medir la extensión de las operaciones cryxianas. No fue hasta muchos años más tarde cuando el alcance de sus instalaciones subterráneas situadas bajo el bosque del Espino fue revelado por fin. Esto incluía un necrofactorium gigantesco capaz de proporcionar equipamiento militar a los ejércitos de Asphyxious, evitando la necesidad de mantener líneas de suministros confiables que conectasen sus fuerzas con las islas Scharde. Asphyxious también había establecido una alianza prolongada con una poderosa colmena cephalyx que se encontraba bajo el bosque del Espino, ganando acceso a una gran red de túneles.

Todos estos logros daban a entender que las metas y las acciones de Asphyxious estaban perfectamente alineadas con las de los lords liches y su amo, Toruk, el Padre dragón. A lo largo de más de quince siglos había demostrado su lealtad y dedicación al Imperio pesadilla. Se sobreentendía que los liches tenían sus propios planes ya que cada uno de ellos era un ser inmortal e inmensamente poderoso. Acumular sabiduría oculta para incrementar su poder era algo inherente a su naturaleza. Pocos estaban tan motivados o eran tan ambiciosos como Asphyxious, quien bullía con el resentimiento de que su grandeza había sido ignorada durante mucho tiempo.

No fue ninguna coincidencia que Asphyxious seleccionase el bosque del Espino para ubicar su necrofactorium principal y conectar sus instalaciones subterráneas. Su interés en este lugar yacía en las ruinas enterradas del antiguo Morrdh, así como en las estructuras más recientes erigidas por los orgoths para aprovechar lo impregnadas que estaban de energías nigrománticas. Su objetivo más profundo requería encontrar y desenterrar el templo Orgoth más grande, un lugar que contenía mecanismos avanzados para cosechar almas y que planeaba usar para facilitar su transformación en un dios.

Aún cuando rapiñaba los campos de batalla, Asphyxious mandaba agentes al exterior para hacer avanzar su plan de apoteosis. La mayoría de estas labores pasaron desapercibidas, pero no todas. Alguien que empezó a sospechar de él fue Skarre Ravenmane, un ser poseedor de un gran conocimiento sobre las hebras del destino.

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