Nightwretch
Ripjaw
Scavenger
Deathjack 1
Malice 1
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LORD LICHE VENETHRAX
Pocos de los que viven fuera del Imperio pesadilla se imaginan lo poco que le importan al Padre dragón las guerras de los mortales. Creen que los ejércitos de Cryx marchan con motivaciones humanas tales como la avaricia, el amor por el derramamiento de sangre o las matanzas que les beneficien, pero estos conflictos son tan insignificantes para Toruk y sus lords liches como las disputas entre hormigueros. En última instancia, solo un propósito guía a estos seres inmortales: la destrucción de la prole dracónica de Toruk, gracias a lo cual Toruk estará completo una vez más.
Para preparar el ataque de lord Toruk y su horda no muerta contra los dragones traiciones que engendró hace milenios, uno de los doce lords liches siempre ha tenido la labor de recolectar conocimiento sobre los dragones, particularmente estudiando los rumores de sus movimientos y sus acciones. Durante mucho tiempo el lord liche Venethrax ha ocupado este puesto, pero no ha sido el primero. La titularidad de su predecesor terminó solo dos siglos tras la fundación de Cryx, bajo las garras del dragón Blighterghast. Como contraste, Venethrax ha demostrado ser un adversario de los dragones tenaz y ha dedicado catorce siglos de su existencia inmortal a las guerras de Toruk.
El lord liche Venethrax está excelentemente bien preparado para descubrir y destruir a la progenie oscura del Padre dragón. Es propenso a centrarse de manera obsesiva en su deber (aunque a veces se excede, lo que reduce su amplitud de miras), y todos y cada uno de sus pensamientos están dedicados a los detalles de la guerra entre dragones. Su red de agentes se extiende por todo el continente, atentos a cualquier mínimo susurro sobre los dragones y sus planes. Sus esbirros han reunido el saber corrupto del antiguo Morrdh, estudiado historias de la derrota del dragón Ethrunbal en Ios y seguido a la Legión de Everblight mientras se abría un camino sangriento a través de Immoren occidental.
Venethrax ha dirigido veintenas de operaciones en el continente a lo largo de siglos. Ha supervisado las necropsias de incontables criaturas infectadas y ha eliminado a cientos de engendros aborrecibles. Antes de que los orgoths desembarcaran en Immoren, dirigió a una horda de esclavos para erradicar a un miembro de la progenie de Toruk, Halfaug, después de que fuese herido en una batalla anterior con los nyss y los norteños. Aunque, al final, Venethrax se vio frustrado por la resistencia y tenacidad de la sierpe, y por la aniquilación del resto de su ejército, casi consiguió superarla. Ninguna otra criatura mortal que camine sobre Caen puede proclamar haberse enfrentado personalmente con un dragón y conseguir empatarle.
Los últimos años han sido testigos de la aceleración de los planes contra los vástagos de Toruk a medida que los esfuerzos de guerra en el continente han ido escalando. A finales del 608 AR, Venethrax lideró una operación arriesgada para asegurarse el athanc desencarnado de un campeón dragón derrotado, llamado Nidoboros, que llevaba mucho tiempo yaciendo oculto bajo la ciudad norteña de Hellspass. Lo atrayente de este premio puso en marcha a grandes poderes: los túnicas negras del Círculo Orboros, la cada vez más grande Legión de Everblight, la nación de Cygnar y, por último, la alianza de dragones de Blighterghast. Immoren occidental fue casi hecho pedazos por las batallas entre estas fuerzas, durante las cuales varios ejércitos cryxianos fueron obliterados. Al final, el athanc de Nidoboros se perdió, pero lord Toruk aniquiló al dragón Charsaug y consumió su athanc. Esta gran victoria nunca habría sucedido de no ser por los incansables esfuerzos del lord liche Venethrax.
Tras esta confrontación, muchos de los dragones fueron heridos, incluyendo al mismísimo lord Toruk. Recae sobre Venethrax dar más victorias a Toruk, persiguiendo a la progenie herida del Padre dragón hasta sus guaridas hasta que todos hayan sido derrotados. Mientras todos los lords liches se esfuerzan para demostrar su valía a su amo, Venethrax se alza al frente de esta guerra final, preparado para lanzar todo el poder de Cryx contra sus únicos enemigos importantes.
Los últimos años han sido testigos de la aceleración de los planes contra los vástagos de Toruk a medida que los esfuerzos de guerra en el continente han ido escalando. A finales del 608 AR, Venethrax lideró una operación arriesgada para asegurarse el athanc desencarnado de un campeón dragón derrotado, llamado Nidoboros, que llevaba mucho tiempo yaciendo oculto bajo la ciudad norteña de Hellspass. Lo atrayente de este premio puso en marcha a grandes poderes: los túnicas negras del Círculo Orboros, la cada vez más grande Legión de Everblight, la nación de Cygnar y, por último, la alianza de dragones de Blighterghast. Immoren occidental fue casi hecho pedazos por las batallas entre estas fuerzas, durante las cuales varios ejércitos cryxianos fueron obliterados. Al final, el athanc de Nidoboros se perdió, pero lord Toruk aniquiló al dragón Charsaug y consumió su athanc. Esta gran victoria nunca habría sucedido de no ser por los incansables esfuerzos del lord liche Venethrax.
Tras esta confrontación, muchos de los dragones fueron heridos, incluyendo al mismísimo lord Toruk. Recae sobre Venethrax dar más victorias a Toruk, persiguiendo a la progenie herida del Padre dragón hasta sus guaridas hasta que todos hayan sido derrotados. Mientras todos los lords liches se esfuerzan para demostrar su valía a su amo, Venethrax se alza al frente de esta guerra final, preparado para lanzar todo el poder de Cryx contra sus únicos enemigos importantes.
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DEATHJACK
Durante más de doscientos sesenta años, el horror necromecániko llamado Deathjack ha habitado las tierras salvajes de Immoren occidental. Atacando sin previo aviso, esta máquina infernal devora almas con voracidad sin dejar detrás nada salvo muerte y devastación. El humo grasiento que suelta su horno porta los olores acres del pelo y la carne quemados. Incontables individuos (de hecho, aldeas enteras de hombres, mujeres y niños) han sido consumidos por sus llamas insaciables.
Hace mucho, las historias de este asesino mecániko llegaron hasta las Islas Scharde y despertaron el interés de los lords liches, quienes juraron capturar a la máquina y doblegarla bajo la voluntad del Padre dragón. Desde el primer avistamiento del Deathjack en el 350 AR, los agentes de Cryx han buscado incansablemente cualquier migaja de información concerniente al enigmático constructo con voluntad propia.
Para los necrotécnicos, es una fuente constante de humillación que esta encarnación de la matanza encerrada dentro de un cuerpo mecániko no sea producto de su genio retorcido. Los orígenes de esta máquina de pesadilla son desconocidos, así como la identidad de su creador, aunque se rumorea que los secretos de su construcción están enterrados dentro de las crípticas páginas del Librum Mekanecrus. Este tomo repugnante, codiciado por cultos thamaritas y agentes del Padre dragón, se supone que detalla cómo mezclar mecánika con antiguos ritos orgoth. Aunque los necrotécnicos de Cryx lo perdieron hace mucho, el Librum ha inspirado sus diseños demenciales mientras aspiraban a alcanzar la perfección demoníaca del Deathjack.
El considerable surtido de habilidades nigrománticas y mecánikas del Deathjack lo convierte en una adición potente para los ejércitos de Cryx. Dentro de sus Cráneos de odio (las lámparas infernales montadas en sus hombros que murmuran continuamente advertencias terribles y lanzan hechizos nigrománticos) reside un intelecto salvaje. Esta monstruosidad ya ha sido demolida múltiples veces, con un gran coste de vidas y sufrimiento, y siempre los Cráneos de odio la han vuelto a montar a partir de restos de otras máquinas. El Deathjack es una máquina aparentemente inmortal que no existe para ningún otro propósito que no sea matar.
Aunque su forma externa guarde cierto parecido con algunos helljacks de Cryx, el horno del Deathjack es único. Mientras que los motores de los bonejacks y helljacks inferiores extraen energía de la necrotita, este jack tan singular se alimenta directamente de las almas de sus víctimas y parece no necesitar ningún otro combustible. Impulsado por un apetito asesino, el Deathjack ejecuta con gusto los imperativos del Padre dragón.
Hicieron falta incontables intentos e innumerables recursos para presionar al Deathjack para que sirviese a Cryx. Incluso después, la voluntad férrea de los Cráneos de odio demostró ser inmune a las guardas y rituales nigrománticos. Lo que no podía doblegarse solo podía atarse. Algunos creen que aún queda por pagar el coste final de subyugar a una abominación tan inescrutable y que, algún día, se liberará de sus correas. Hasta con revelaciones apocalípticas rondando su futuro, el Deathjack sigue siendo demasiado útil y los lords liches pretenden seguir utilizando este horror tan antinatural como exquisito.
Aunque su armamento y su apariencia recuerdan a la de un helljack Reaper, Malice es una creación única. Es el producto de un genio enloquecido que se mató buscando su mejor obra. Este necrotécnico desafortunado fue destrozado por su magnum opus, la primera de las víctimas incontables de Malice. Cualquier secreto que guardase su hacedor respecto a la fabricación del helljack se desvaneció con él en el momento del despertar sangriento del constructo.
Su cuerpo de hierro negro oculta una función realmente oscura y siniestra: el chasis interno de Malice está tachonado por una matriz de jaulas de alma enlazada directamente con el inimitable córtex del helljack. Allí, las almas pueden alimentar a la mente del helljack con unos susurros de locura diferentes a cualesquiera otros encontrados en los demás logros de los necrotécnicos de Cryx.
Este infame helljack lleva más de un siglo siendo un arma del arsenal de Cryx y ha servido a numerosos amos cryxianos a lo largo de los años. Entre sus acciones más notables, Malice se unió al lord liche Terminus durante las Invasiones Scharde, aplastando a los warjacks enemigos en las cubiertas de los barcos o en los muelles y lanzándolos al mar, dejando que las frías aguas del Meredius extinguiesen el fuego de sus calderas. Malice se ha atiborrado con las almas de los continentales en aldeas y puertos a lo largo de toda la línea de costa.
La existencia torturada que los espíritus atrapados soportan mientras están dentro de la forma profana del helljack les hace experimentar una forma de demencia. Son impulsados por el odio a los vivos, pero especialmente hacia sus antiguos compañeros, quienes permitieron que sus almas fuesen consumidas por la máquina negra sin piedad alguna. El contacto directo ofrece a los espíritus atrapados dentro del helljack su única vía de escape, ya que es entonces cuando son capaces de salir como un temible contagio espectral que abruma y posee los córtex de cualquier warjack enemigo al que toque. Los espíritus que saltan desde Malice a su nuevo huésped toman temporalmente el control del otro warjack, volviéndolo en contra de sus compañeros antes de que los espectros escapen a las tierras salvajes de Urcaen.
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MALICE
Como producto de experimentar con la vileza durante muchos siglos, el helljack Malice alberga una legión de espíritus vengativos: los espectros de aquellos que cayeron bajo sus garras. Estas almas, atrapadas y atormentadas, revolotean sobre su casco, entran y salen de sus placas de metal y sus mecanismos, y gritan constantemente en una cacofonía disonante de locura mortal. Un coro oscuro y terrible aúlla dentro del helljack, su volumen aumentando y disminuyendo pero nunca desvaneciéndose por completo. Susurros blasfemos permean su córtex, llevando a la máquina a realizar masacres cada vez más grandes. Malice solo existe para atiborrarse con las almas de los vivos. Se alimenta con glotonería de los caídos en el calor de la batalla.
Su cuerpo de hierro negro oculta una función realmente oscura y siniestra: el chasis interno de Malice está tachonado por una matriz de jaulas de alma enlazada directamente con el inimitable córtex del helljack. Allí, las almas pueden alimentar a la mente del helljack con unos susurros de locura diferentes a cualesquiera otros encontrados en los demás logros de los necrotécnicos de Cryx.
Este infame helljack lleva más de un siglo siendo un arma del arsenal de Cryx y ha servido a numerosos amos cryxianos a lo largo de los años. Entre sus acciones más notables, Malice se unió al lord liche Terminus durante las Invasiones Scharde, aplastando a los warjacks enemigos en las cubiertas de los barcos o en los muelles y lanzándolos al mar, dejando que las frías aguas del Meredius extinguiesen el fuego de sus calderas. Malice se ha atiborrado con las almas de los continentales en aldeas y puertos a lo largo de toda la línea de costa.
La existencia torturada que los espíritus atrapados soportan mientras están dentro de la forma profana del helljack les hace experimentar una forma de demencia. Son impulsados por el odio a los vivos, pero especialmente hacia sus antiguos compañeros, quienes permitieron que sus almas fuesen consumidas por la máquina negra sin piedad alguna. El contacto directo ofrece a los espíritus atrapados dentro del helljack su única vía de escape, ya que es entonces cuando son capaces de salir como un temible contagio espectral que abruma y posee los córtex de cualquier warjack enemigo al que toque. Los espíritus que saltan desde Malice a su nuevo huésped toman temporalmente el control del otro warjack, volviéndolo en contra de sus compañeros antes de que los espectros escapen a las tierras salvajes de Urcaen.
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