martes, 31 de julio de 2018

MONOGRÁFICO: HORGLE

Horgle 2

Troll de la Pira
Troll de Escoria

Tragafuegos norteños
Excavadores Pygs

Horgle 1


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HORGLE GOLPEFÉRREO

Horgle Golpeférreo es una anomalía entre los clanes estrechamente hermanados de los Kriels Unidos ya que prefiere la soledad llameante de su forja mucho más que la compañía de sus parientes trollkins. Ya era un solitario cuando vivía en su kriel, el cual se encontraba al sudeste de las Cumbres Esquirla, y no estaba interesado en sus actividades tradicionales. En su lugar, destacaba en los ancestrales ritos de herrería que le había legado su madre, Lagertha, una hábil herrera y una bruja dotada. Se dedicó a su instrucción de forma voluntariosa, encontrando solaz en los ritmos del martillo, el yunque y la llama.

Horgle aprendió más que los métodos rudimentarios necesarios para dar forma a armas y a herramientas, ya que Lagertha usaba a los trolls que había traído de sus tierras hereditarias en las montañas Muro de Sierpe. Además de dirigir a estas temibles criaturas para defender a su kriel las usaba también en su trabajo, templando acero con el calor sofocante de los trolls de la pira y grabando runas con el ácido abrasador de los trolls de escoria. Horgle aprendió esas técnicas y acabó empleándolas para crear armas y armaduras de una calidad superior.

Trabajó duro en la forja, pero con satisfacción, hasta el fatídico día en el que una gran fuerza de engendros dracónicos y nyss plagados asaltaron el hogar de su kriel. Luchó al lado de Lagertha, la cual reagrupó a los defensores e infligió un duro castigo al enemigo antes de ser asesinada. Su trágica muerte indujo el despertar de la hechicería del propio Horgle y este tomó el control de los trolls restantes, lanzándoles hacia el enemigo. A pesar de todos sus esfuerzos, el kriel se perdió y Horgle fue forzado a retirarse junto con unos pocos supervivientes. Al no sentir una auténtica amistad con esos trollkins y al verles solo como un recordatorio de su pérdida, pronto les dejó también atrás.

Horgle anduvo sin rumbo hacia el sur, con su corazón lleno de amargura y odio. Las únicas posesiones que pudo salvar de su antigua vida fueron el martillo de herrero de su madre y una espada llameante hecha con sus propias manos. Se pasó algún tiempo vagabundeando, sobreviviendo gracias a su arte y a sus manos, antes de encontrarse con los aliados de los Kriels Unidos. Allí, su destreza como herrero y su futuro prometedor como brujo captaron la atención de ciertos líderes de los kriels. Grissel Cantosangre es la que ve más potencial en el joven trollkin. Más allá de su habilidad innata para dirigir a los trolls en épocas de guerra, cree que Horgle puede tener un destino aún mayor forjando armas de poder para los kriels.

Aunque sigue prefiriendo la soledad, su deseo de ejercer venganza contra aquellos que destruyeron su vida anterior le impulsa a combatir junto a su kin en las batallas. Su afinidad con los trolls de la pira y de escoria sigue siéndole útil tanto dentro como fuera de los campos de batalla. Cuando está en combate invoca el poder del fuego, martilleando a sus enemigos con la misma fuerza y precisión que dedica cuando da forma al metal. Siempre hay rabia contenida dentro de Horgle y, en el calor de la batalla, su espada y su martillo se infunden con su furia interna.

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HORGLE, EL YUNQUE

La destrucción de su kriel bajo las garras de la legión de Everblight colocaron a Horgle Golpeférreo en una senda solitaria y llena de conflictos a lo largo y ancho de todas las tierras salvajes de Immoren occidental. A lo largo de este camino ha tenido muchas oportunidades para perfeccionar su arte como herrero y sus poderes como brujo. Aunque sigue siendo un solitario, incómodo incluso entre los suyos, ha encontrado un nuevo propósito forjando armas y armaduras para los kriels. Aunque presta su ayuda siempre que se le necesita, lucha por preservar su autonomía, rechazando establecerse y siempre requiriendo una compensación por su labor. La mayoría de los que lo conocen describen a Horgle como adusto y mercenario pero las acciones del brujo están basadas en lo que cree que es lo mejor para los kriels. Aunque no se puede negar que tiene una actitud lóbrega y pesimista eso nunca le ha impedido lanzarse a la batalla por el bien del kin o aportar sus trolls para enfrentarse a sus enemigos.

Los viajes de Horgle han tendido a llevarle a sitios donde ha habido derramamiento de sangre y caos, más en respuesta a los fuegos que rugen en su interior que de forma deliberada. Llegó a las Marcas Petrasangre para visitar el asentamiento recién establecido por los antiguos kriels del Bosque del Espino bajo la sombra del monte Shyleth Breen justo cuando era asaltado por todos lados por furiosos hombres caimán y cochinos. En medio de este crisol de matanza, Horgle alcanzó su potencial y apartó todas sus dudas para alzarse entre los kin en defensa de su hogar. Esta batalla también le obligó a replantearse sus valores básicos. Al joven brujo se le hizo evidente que a su alrededor estaba teniendo lugar un apocalipsis real y tangible, y que solo la resolución inquebrantable y la habilidad de tomar decisiones difíciles harían que los kriels sobreviviesen.

Después del combate, cuando la mayoría de los Kriels Unidos partieron en busca de nuevas tierras (abandonando aquellas que les pertenecían por derecho) Horgle se quedó atrás para hacer retroceder a las fuerzas que asaltaban a su pueblo. Aunque sigue disfrutando de la oportunidad de ejecutar su venganza sobre los secuaces de Everblight, está más que dispuesto para desatar su rabia contenida sobre cualquier enemigo de los kriels. Ha hecho contacto en grado de tentativa y ha establecido amistad con varios de los sabios más grandes de los Kriels Unidos, individuos como Hoarluk Moldearuina o Ragnor Partecielos, los cuales le han encargado restaurar las grandes armas de los kriels. Cuando no está trabajando en la forja, Horgle lucha con espada y martillo para proteger la llama tenue y parpadeante que es la raza trollkin.

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