jueves, 2 de agosto de 2018
EL FUEGO Y LA FORJA, PT. 20: EL PROTECTORADO, DESATADO
Aunque el Protectorado de Menoth jugó un papel limitado en los eventos de la Guerra llaelesa, este periodo marcó un punto de inflexión para la teocracia. La aparición de la Heraldo de Menoth en el 603 AR coincidió el lanzamiento de la Gran cruzada según los planes de los jerarcas (aunque ya llevaban mucho tiempo preparándola), un intento militar de devolver a toda la humanidad a la Verdadera fe. El acopio de armas por parte del Protectorado para prepararse para la guerra ya había empezado durante el mandato del jerarca Ravonal pero su sucesor, el jerarca Voyle, impulsó con fuerza esta labor. El hecho de que Cygnar estuviese ocupado combatiendo en el norte le dio la oportunidad perfecta para poner en marcha estos planes.
El trabajo del jerarca Voyle para asegurarse de que el Protectorado pudiese competir con los ejércitos de las naciones más grandes y tecnológicamente avanzadas fue polifacético. También fue controvertido para los miembros más tradicionales de la clerecía. Voyle impulsó la modernización de su arsenal para poder rivalizar con el de los enemigos de los fieles, incluyendo la adopción de métodos considerados anteriormente como profanos. Mientras creaban sus alijos secretos de armas, los defensores armados del Templo de Menoth ya habían aceptado la necesidad de emplear siervos de guerra (siempre y cuando hubiesen sido bendecidos ritualmente) pero su habilidad para crear tales máquinas era aún limitada. Bajo la dirección de Voyle, el Protectorado expandió su capacidad industrial para apuntalar su arsenal. La fabricación de córtex para siervos de guerra requería unas pericias arcana y mecánika avanzadas, un problema que no iba a ser fácil solucionar.
En las últimas décadas, el Protectorado adquirió sus córtex mediante métodos encubiertos, gracias al contrabando y a sus partidarios residentes en otras naciones. La mayoría salieron de Khador, enviados por miembros de la Vieja fe. Durante décadas, el gobierno khadorano hizo la vista gorda ya que apoyar al Protectorado ayudaba a socavar a Cygnar. Sin embargo, por muy útil que haya demostrado ser este canal de distribución, el número total de córtex conseguidos de esta manera era insuficiente para cubrir las necesidades de un ejército moderno y, además, tras el 10 de cinten del 605 AR, la reina khadorana Ayn Vanar tomó medidas serias contra el contrabando de córtex, ordenando que aquellos culpables de tales crímenes fuesen ejecutados como traidores.
Esto podría haber sido un problema limitante para el Protectorado si Voyle, al comenzar su reinado, no hubiera creado una organización llamada los Vasallos de Menoth, encargada de controlar y aprovechar a los arcanistas. Unos cuantos arcanistas extranjeros con la pericia necesaria fueron capturados y esclavizados para esta institución y, con el paso del tiempo, a estos expertos reticentes se les unieron menitas nativos con poderes arcanos, individuos que anteriormente habrían sido ejecutados por los escrutadores. Los Vasallos de Menoth les ofrecían un entorno controlado donde sus talentos podían servir a su nación. Aunque esta organización incomodaba a varios sacerdotes senior, su existencia permitió al Protectorado fabricar córtex de calidad militar antes de que su necesidad se volviera urgente. Esto coincidió con la creación de complejos de fábricas ocultos que permitieron producir los primeros siervos de la teocracia creados únicamente para la guerra, como por ejemplo, el Reckoner.
Una de las medidas con las que el jerarca Voyle se aseguró de que sus fuerzas armadas fuesen formidables fue priorizar el entrenamiento de hechiceros de guerra para las cruzadas que estaban gestándose. Su reino ascendió rápidamente a posiciones críticas dentro de las ordenes marciales y de la clerecía del Protectorado a aquellos con estos dones. El jerarca estaba dispuesto a conceder autoridad incluso a aquellos hechiceros más ambiciosos y menos píos, como Feora, a quien, como Sacerdotisa de la Llama, se le dio la supervisión de la guardia de la llama del templo. El jerarca Voyle la consideraba vital para la militarización de la Gran cruzada ya que sus subordinados la amaban y había demostrado ser una fuerza notable en los campos de batalla. El jerarca llegó a animar la rivalidad entre organizaciones como los caballeros ejemplares y la guardia de la llama del templo, ya que pensaba que esa competitividad fortalecería la resolución de los miembros de ambos grupos.
A mediados del 605 AR, el jerarca Voyle había rechazado todas las concesiones hechas originalmente tras ser derrotados durante la guerra civil y que obligaban a la teocracia a obedecer tanto al reino de Cygnar como a sus leyes. La clerecía de la teocracia ya había tomado medidas para reclamar el término "protectorado", no considerándolo como un estatus legal de subordinación sino como un deber de salvaguardar la fe del Creador del Hombre. En el séptimo año del mes, el 11 de solesh, el Ejército cygnariano lanzó un ataque sobre una refinería llamada La cisterna de Asherius, con la intención de restringir el refinamiento de Furia de Menoth. La idea era que esto sirviera como advertencia para que el Protectorado no violase sus acuerdos ni sufragase el mantenimiento de un ejército permanente, pero no disuadió al Jerarca. Menos de un mes más tarde, el 6 de octesh, Voyle declaró la independencia del Protectorado respecto a Cygnar al mandar a su gran escrutador a atacar las puertas de Caspia.
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Por Menoth la tengo dura solo de leer este fragmento
ResponderEliminarFoto al Whatsapp ¡YA!
EliminarME GUSTA
ResponderEliminar¡Me alegro! La semana que viene y si el tiempo lo permite tendrás aquí un relato protagonizado por el abuelete en persona: ¡Severius!
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