Parte 3: tus primeras partidas. Aprendiendo sobre la marcha.
Así que has decidido darle una oportunidad a Warmachine. Bien por ti. Aquí tienes tu camiseta de "juega como si tuvieras un par" y la gorra a juego. Puedes recoger tu cañón tesla en la puerta. Bienvenido a la revolución, camarada.
No voy a meterme en las reglas: son demasiado complejas para un post de un blog. Estoy casi seguro de que tu primera partida será una experiencia confusa, ya que en este juego hay muchas cosas a las que tendrás prestar atención a la vez. Todo lo que puedo ofrecerte son algunas máximas y consejos sobre cómo hacerte con el sistema y maximizar tu experiencia de aprendizaje.
No voy a meterme en las reglas: son demasiado complejas para un post de un blog. Estoy casi seguro de que tu primera partida será una experiencia confusa, ya que en este juego hay muchas cosas a las que tendrás prestar atención a la vez. Todo lo que puedo ofrecerte son algunas máximas y consejos sobre cómo hacerte con el sistema y maximizar tu experiencia de aprendizaje.
Ya cubrí muchas de estas cosas en un post anterior, pero te recordaré que es más fácil aprender a través de un jugador veterano. Por lo tanto, encuentra a un amigo que juegue o busca a un "press ganger" (NdT: los press gangers eran jugadores que hacían demos a otros jugadores. Desaparecieron por temas legales). Debería ser bastante fácil encontrarlos en tu tienda de juegos local o en los foros de privateer press.
Empezando por lo más pequeño
Apréndete el sistema poquito a poco. Lo peor que puedes hacer es meterte de cabeza e intentar jugar una batalla enorme con varios casters y 100 figuras. Se te derretirá el cerebro. Lo bueno de Warmachine es que funciona muy bien con tan solo un puñado de miniaturas. Empieza con lo que se llama "battlegroup" (un caster con un grupo pequeño de warjacks y/o bestias).
Tu primera partida debería ser una misión sencilla de asesinato, de forma que el único objetivo sea matar el caster de tu oponente sin perder el tuyo.
Pregunta
Nunca, jamás, tengas miedo a preguntar. Si estás confundido por algo que está pasando díselo a la persona con quien estés jugando. No eres estúpido solo por hacer preguntas. He jugado con jugadores muy experimentados y de vez en cuando siguen necesitando preguntar por varias habilidades de las unidades.
Apréndete los poderes de tus miniaturas
Empezar por lo más pequeño implica que solo tendrás que recordar unas pocas unidades. Consigue conocerlas bien y saber lo que hacen. A menudo, la diferencia entre ganar o perder está en recordar que una miniatura puede hacer cierta cosa que olvidaste hasta el final de la partida.
Conoce a tu enemigo
Sun Tzu dijo "conoócete a ti mismo, conoce a tu enemigo y aplastarás totalmente a todo el mundo bajo tus enormes bíceps de la muerte"... o algo que viene a decir lo mismo.
Pide las cartas a tu oponente para leértelas y pregúntale si hay algo que realmente deberías saber (como que todo su ejército está compuesto por fantasmas a los que solo puedes disparar con balas mágicas). Si una miniatura hace algo que te suena raro o a la que aún no te has enfrentado, pregúntale al respecto.
Mantén a tu caster a salvo (líneas de visión)
La mayoría de los jugadores nuevos perdemos porque nuestro caster es asesinado. Aún no nos hemos dado cuenta de lo rápido y mortal que puede ser el juego, y queremos usar sus poderes guays y alucinantes. Mantén a tu caster a cubierto hasta que estés más seguro de sus capacidades.
También vale la pena mencionar las reglas sobre la línea de visión: normalmente, si te pueden ver, te pueden disparar.
Coge el reglamento. Hazlo después de haber jugado una partida.
Probablemente, leer el reglamento de pe a pa antes de jugar tu primera partida no te ayude demasiado, ya que hay demasiado por interiorizar. Coge las reglas al acabar una partida de forma que tengas algo de contexto sobre cómo funciona todo.
Charlad tras la partida
Hablad de la partida cuando hayáis terminado. A menudo te parecerá que has sido aplastado solo para descubrir que tu oponente estaba muy preocupado por si hacías X en lugar de Y. A veces, la diferencia entre ganar o perder es solo un error. Averigua lo que piensa tu rival de la partida y sobre cómo ha ido. Yo he aprendido un montón de estas charlas tras partidas contra jugadores veteranos.
Todo el mundo necesita un mentor |
Encuentra un mentor: habla con la gente
Probablemente, tu mentor debería ser la persona que te ha enseñado el juego. Cuando estás aprendiendo es bueno poder hablar de lo que has hecho y lo que planeas hacer en la siguiente partida (saludos a Sean y al resto de los Port Nicholson Privateers).
A la mayoría de los jugadores les encanta hablar sobre los juegos que les gustan, así que métete en las conversaciones que están en marcha, aunque solo sea para escuchar lo que dicen.
Ve a internet, pero no te comas demasiado la cabeza
Hay algunos recursos online que están genial: Warmachine University, Conflict Chamber, Bestias y Máquinas Podcast y los foros de Privateer Press.
Sin embargo, no te creas todas las mierdas que leas en los foros ni utilices "netlists" (listas de ejército ya hechas). Los foros pueden hacer que un grupo de gente piense que "X es el ganador e Y es el perdedor" cuando mucho de lo que se dice es solo teoría o solo es relevante para un grupo local.
Mi propuesta es que leas y pienses sobre ello, pero que no te tomes nada como si fuese el evangelio (excepto esta guía, por supuesto).
Perder no quiere decir que seas malo
Para jugar a este juego necesitas ser perseverante. Cuando empecé a jugar oí decir que "necesitas jugar 20 partidas antes de empezar a ganar alguna". Aunque lo he hecho algo mejor que eso, el sentimiento es totalmente cierto. El juego es duro, es despiadado y hay gente que lo juega muy bien. No esperes patearle el culo a nadie nada más salir por la puerta, y tenlo aún más presente si eras muy bueno en otros wargames.
Busca los desafíos
Deberías ver el juego como un desafío en el que te preguntas "¿cómo mejoro?", "¿qué hice mal?" y "¿cómo de overpowered es eso?". Yo veo Warmachine como un gran puzzle complicado. Me encanta pensar dónde he metido la pata y qué puedo mejorar.
Y, una vez más, ¡NO COMPRES MINIATURAS AÚN!
No me cansaré de repetirlo: no gastes tu dinero tan duramente ganado (o prestado, o robado) en miniaturas de un juego que puede ser que, al final, no disfrutes.
Pide prestado, roba o suplica miniaturas hasta que sepas qué quieres jugar y estés seguro de que de verdad te gusta el juego.
¡Diviértete!
No puedo darle suficiente énfasis a esto. Si no te estás divirtiendo, no juegues. Después de todo, es solo un juego.
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