Shrike
Stalker
Seether
Sepulcher
Agrimony 1
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LORD EXHUMADOR SCAVEROUS
Los soldados de los Reinos de Hierro esperan que, si mueren en batalla, su sufrimiento acabe pronto. A aquellos que caen bajo la guadaña de Scaverous, el Lord exhumador de Cryx, se les niega este último deseo. Las almas de los muertos proporcionan munición y combustible para Scaverous. Aquellos que son asesinados y desechados son afortunados en comparación con cualquiera que posea algún conocimiento especial, cuyas calaveras y almas preserva para someterlas a horripilantes interrogatorios nigrománticos.
Scaverous lleva siglos sirviendo al Imperio pesadilla. Habiéndole otorgado el don de la no muerte por su obsesión por el conocimiento y su hábil búsqueda de él, Scaverous fue puesto a trabajar en primera instancia en el Archivo de Skell y, más tarde, se le envió fuera para reunir información. Pasó décadas especializándose en las rigurosas artes nigrománticas requeridas para soltar la lengua a los muertos, manifestando sus sombras a partir de los ecos que quedaban en sus huesos y forzándolas a responder a sus preguntas.
La inmortalidad de la no muerte le ha dado a Scaverous el potencial de aprender todos los secretos que jamás hayan existido. Está dispuesto a pagar cualquier precio por todo ese conocimiento. Su amo, el lord liche Malathrax, ha observado sus trabajos con aprobación. Mediante runas cuidadosamente inscritas y la manipulación de las energías que separan Caen de Urcaen, Scaverous puede obligar a prácticamente cualquier espíritu a ceder a sus recuerdos. Se alza al frente de la disciplina característicamente cryxiana que es la nigromancia forense.
Cuando los orgoths se inmolaron para no caer ante los ejércitos de Toruk, se envió a Scaverous para que ayudase a Terminus a registrar las ruinas de Drer Drakkerung. Los cadáveres aún ardiendo resultaron ser una cosecha provechosa. Fue gracias a su trabajo que muchos de los terribles secretos ocultos de los orgoths cayesen en las manos de Cryx. Cuando se rescató el diseño de las jaulas de almas de los fantasmas de los orgoths, el poder del Imperio pesadilla creció de manera incalculable. Cuando el lord liche Malathrax requiere la recuperación de cadáveres valiosos o de otros objetos nigrománticos bien protegidos, manda a Scaverous y a sus helljacks.
Scaverous lleva con él en todo momento a unos cuantos de sus depositarios favoritos (las calaveras de sus sujetos), guardados a salvo dentro de su caja torácica. A menudo hace planes con ellos, respondiendo a unas voces que solo él puede oír. En secreto, desea conseguir el acceso a las calaveras de los mismísimos Lords liches de Cryx, ya que sabe que cada una de ellas debe ser un tesoro de conocimiento ocultista, aunque se cuida de mantener escondido dicho anhelo.
Scaverous no tiene escrúpulos a deleitarse en la matanza, ya que los vivos le resultan totalmente indiferentes (no pueden ser procesados hasta que estén muertos). Además, a menudo es conveniente arrancarle los secretos a un alma cuando aún esta fresca. Para él, la búsqueda del conocimiento justifica más que de sobra cualquier supuesta atrocidad.
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AGRIMONY, VIEJA BRUJA DE LAS COSTAS MORIBUNDAS
La Vieja bruja de las Costas moribundas habita furiosa su contenedor: es un espíritu hecho de puro resentimiento e irritabilidad cuya existencia solo se ilumina cuando puede emerger para infligir sufrimiento y muerte. Agrimony no tiene más opción que servir a la voluntad del inmortal capitán Rengrave, del Atraente. Hace llover maldiciones sobre las cabezas de los enemigos contra los que es liberada, sabiendo todo el rato que el auténtico objetivo de su animosidad estará eternamente fuera de su alcance.
Hace mucho tiempo, Agrimony vivía aislada en una isla pequeña situada junto a las Costas moribundas (un canal al oeste de Garlghast). Dominaba los poderes de los rituales oscuros y de la magia profana, arraigados en las tradiciones antiguas y sanguinarias de aquellos que luchaban por sobrevivir en esta región cubierta por la niebla. Los piratas vivientes de las islas más cercanas aprendieron a evitarla después de que diera ejemplo con los que invadieron sus dominios sin su permiso y, pronto, empezaron a ofrecerle parte de sus botines como tributo en ceremonias supersticiosas de conciliación. Los que la desafiaban eran maldecidos con mala fortuna. Lentamente, amasó una riqueza e influencia considerables pero, desafortunadamente, su reputación llegó a oídos del capitán Rengrave.
Puede ser que, al principio, Rengrave investigase a la Vieja bruja de las Costas moribundas para determinar si era una amenaza para los Lords liches (ya que estaba fuera de su ámbito de influencia) a pesar de que no les había desafiado directamente. Su influencia sobre los piratas de aquellas islas amenazaba el control de otros, como Axiara Wraithblade, pero parece ser que el Capitán aparecido estaba intrigado por los rituales inusuales y la magia primigenia de Agrimony. Aunque podía haberla aniquilado por su impertinencia, consideró que podía ser una adición útil para su flota y su tripulación.
Primero, Rengrave puso a prueba la duplicidad de la bruja. Ofreció a Agrimony varios artefactos sacados de las ruinas de debajo de Drer Drakkerung. A cambio, pidió a la bruja que destruyese a un impertinente líder de los incursores piratas que había estado hablando mal de la Flota fantasma (y especialmente de Rengrave). Agrimony aceptó los regalos de Rengrave, así como su tarea, pero empezó inmediatamente a conspirar en su contra.
Sin entender la naturaleza de Rengrave y pensando que su barco era la fuente de su poder, Agrimony se alió con el autoproclamado Almirante pirata que Rengrave le había mandado matar. Convenció al mortal de que sería capaz de derrocar al primer ciudadano de Cryx prometiéndole que tomaría el puesto de Rengrave, aunque el Atraente y su poder oscuro serían solo de ella. La siguiente vez que Rengrave zarpó, los mares se alzaron y lucharon contra él. Unas tormentas que arrastraban la risa burlona de la vieja bruja azotaron el barco ceniciento e hincharon las velas de la flota del pirata renegado.
Fue un esfuerzo valiente, aunque necio, que demostró la extensión del poder místico de Agrimony, pero había subestimado a los aparecidos y no comprendía cómo el antiguo barco fantasma estaba vinculado por toda la eternidad a Rengrave, su amo, a través del fuego siniestro de Toruk. Rengrave erradicó los barcos mortales que habían zarpado para enfrentarse a él y abordó el que llevaba a Agrimony, quien se convirtió rápidamente en la última criatura viviente sobre la cubierta. Cuando se dio cuenta de su locura e imploró piedad, él le dio su último regalo: una botella de su camarote que le había sido legada por su anterior capitán, cuando el Atraente era un barco funerario. Este decantador maldito se había empapado en la infección y el fuego de Toruk, lo que le había dado una terrible sed de almas.
Quitándole el tapón, Rengrave arrancó el alma de Agrimony de su carne y capturó su esencia dentro de la botella. Ahora, rabiosa pero no arrepentida, Agrimony bulle de furia en su interior. Cada día que pasa le parecen un centenar. Aunque su ira no mengua, está vinculada a la voluntad de Rengrave y debe matar a aquellos a los que la lanza, forzada a hacer lo que una vez rechazó. Es invocada cuando necesita de sus dones oscuros y, luego, la devuelve a su despreciada prisión, aullando todo el rato.
Estaba empezando a echar de menos los post de trasfondo
ResponderEliminarMe quedé sin portátil y por eso ahora los posts salen con más retraso y espaciados. Ya estoy en proceso de arreglarlo (con sofisticadas técnicas como instalar Photoshop en la tostadora o hacer HTML en la cafetera).
ResponderEliminarCuidado que el luego el cafe tiene LAG
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