CONTANDO A LOS CAÍDOS

Si habéis visto los carteles de "se busca" que han aparecido de repente en nuestras redes sociales a lo largo de estos últimos días, puede que os hayáis preguntado qué está pasando. Muchos ya os lo habéis imaginado. Todo esto ha sido parte de un engaño orquestado con cuidado y relacionado con el futuro lanzamiento de Warmachine: Oblivion.

Durante el tiempo en el que se estuvo planificando la Facción de los Infernales se decidió que la naturaleza insidiosa de su amenaza solo podía expresarse convirtiendo a personajes ya conocidos en infernalistas. En el caso de una pareja de estos, la decisión de que cambiaran de bando llevaba planeada desde hacía bastante, mientras que, para los demás, lo decidimos más tarde, y nos resultó tan impactante como lo sería para vosotros. Las tentaciones de los infernales pueden arraigar en lugares inexplicados y entre aquellos de los que menos sospecharíais.

Había un problemita con este plan: el Desarrollo Integrado con la Comunidad (CID). Para probar apropiadamente las nuevas miniaturas necesitábamos ponerlas en manos de la comunidad, y esto requería mentiros un poquito. Las pusimos en el grupo de prueba pero las camuflamos usando nombres inventados, escogidos para que sonasen plausibles y en línea con la naturaleza de sus habilidades.

¿Qué podría causar una caída en desgracia como esta? Las razones son diferentes para cada uno de estos personajes. Y, para conocer los detalles, tendréis que esperar al lanzamiento de Oblivion. Pero podemos proporcionaros un vistazo:

Maestro preceptor Orin Midwinter
La conversión de Midwinter fue manejada con delicadeza por los subordinados de Agathon, la voz en la oscuridad, quien predijo su utilidad. Los planes de los infernales necesitaban que se produjesen disturbios en una región; una meta que esperaban que resultara más fácil al tener un agente cerca del trono de Cygnar. Su intención original era devolvérselo a Vinter IV, pero los eventos hicieron necesario cambiar el foco a un nuevo aspirante a la corona: Julius, el hijo bastardo de Vinter. Midwinter jugó un papel clave para que Cygnar se animase a volver a combatir en Llael, preparando las condiciones requeridas para lanzar una invasión.

Alain Runewood, lord de las cenizas
Aunque antaño se contaba entre los vasallos más valientes y leales del rey Leto Raelthorne, Alain Runewood se ha visto atrapado por unos contratos vinculantes que le han forzado a traicionar a su nación y a luchar junto a los invasores infernales. Fue visitado en sueños mientras languidecía a causa de unas heridas mortales infligidas durante la última guerra civil de Cygnar. Desesperado por continuar sirviendo a su nación, firmó un acuerdo para engañar a la muerte, y solo se dio cuenta de la magnitud de su error cuando ya era demasiado tarde para echarse atrás. Intentó mitigar cualquier daño que pudiese haber sido causado por sus promesas, pero cuando se dio cuenta de la naturaleza de los planes insidiosos que los infernales tenían pensados para Caen, su alma ya les pertenecía.

Nicia, la cazadora del abismo
En los momentos en los que su pena amenazaba con abrumarla, Nicia se preguntaba si su amor por su difunto marido podría estar eclipsando al que sentía por el Creador. El fervor de Nicia ya no era tanto por servir al Legislador sino por vengarse de aquellos que habían matado a su querido Heltus. Esta oscuridad en su alma atrajo la atención de los agentes infernales. Estaba convencida de que eran la única manera de volver a reunirse con Heltus, quien podría ser devuelto a la vida si Nicia hacía lo que le pedían. Nicia se ha convertido en una de sus agentes en Caen más implacables, transformando su furia y su fe en un pragmatismo despiadado y frío.

Eilish Garrity, el buscador oscuro
Al mirarse en el espejo, Eilish sigue viendo al hombre que fue antaño. Su encanto puede regresar al hablar con extraños, permitiéndole presentar una sonrisa a aquellos que, momentos después, se ven superados por su magia y ofrecidos a sus amos infernales. Es un adicto al poder y tiene un ansia de conocimiento ocultista que le llevó a recorrer una senda de desgracia y degradación. Estaba vinculado a un ser llamado Ashoth, quien le engañó para que creyera que era un ser espiritual benevolente y de sabiduría arcana. Aceptó ávidamente el saber prohibido que le ofreció y, al hacerlo, se condenó más allá de toda redención.